De openings y endings

Hola de nuevo caminantes!!!

Como en estos quince días pasados he tenido tiempo de volver a mi rutinario y lluvioso día a día, vamos a retomar mi querido blog y darle un toque de color a este frío y polémico domingo.

Desde que tengo uso de razón me he llegado a plantear un montón de chorradas en las que creo que nadie, o casi, se pararía a pensar (aunque la vida está llena de sorpresas, y quién sabe con lo que uno se puede encontrar a lo largo de su interminable camino), y de una de esas muchas chorradas es de lo que escribiré hoy, para desoxidar un poco mi plumilla.

Pues bien, esa pregunta, o dilema por llamarlo de alguna manera, que me corroe el alma desde tiempos inmemorables es: ¿cómo una simple animación de minuto y medio puede hacer fluir tantos sentimientos en una persona? En este caso claro está la persona soy yo.

Como bien dice el título de la entrada, me refiero a los tan famosos openings y endings de las series de anime, porque si mi memoria no me falla es lo único que llevo viendo desde mis más tempranos años, y cada vez que veo uno esa enigmática pregunta me persigue durante el corto tiempo que dura la canción.

Pensándolo en frío, realmente sólo son dibujos animados y escenas que van trascurriendo mientras suena una melodía (en su mayoría super pegadizas) de fondo, nada más. Y cualquiera podría decir que a lo largo del capítulo o serie, dejando a un lado la canción de inicio y fin, ocurre exactamente lo mismo, pero con las voces de los personajes, y he ahí la clave de la diferencia entre las dos cosas. En mi opinión la magia de estos inicios y finales reside en el arte de compaginar de manera coherente música e imágenes, y en el hecho de que todo opening y ending por lo general aparecen contextualizados, y sirven como marco o presentación/conclusión a lo que más tarde verás (o ya has visto) dentro del capítulo, por decirlo de alguna manera es como si te presentasen un avance (o por el contrario una conclusión) de lo que podrás ver si sigues adelante y no decides apagar la tele/ordenador/consola.

Y cuando todo está bien montado y las escenas colocadas en su posición justa, es la felicidad extrema, por lo menos en mi caso. Aunque esté deprimida/enfadada/frustrada, basta con darle al play en un capítulo, que pasados los primeros segundos ya me cambia la cara, y tras la dicha canción ya esbozo una sonrisa de oreja a oreja. Es como si por un período efímero de tiempo te sumergieses en una aventura y todo a tu alrededor desapareciese: tus problemas, tu móvil, tu gato arañándote, tus padres echándote bronca porque los ignoras... es como si un agujero negro te absorbiese... para luego escupirte sin piedad a la dura realidad tras pasar los 24 minutos de rigor.

Quién no se habrá emocionado por ejemplo con el primer opening de One Piece, "We are!"??? O en su defecto con el actual "We Go!"??? Pido perdón por mi pésimo ejemplo, pero ahora mismo es a lo que estoy enganchada xD O también el segundo opening de Persona ~ Trinity Soul, sólo con escuchar las primeras notas se me encoge el corazón sabiendo lo que pasará en los siguientes minutos. Y junto con estos un sinfín de ellos, que te hacen ver la vida de colorines, pensar que todo es maravilloso, que no existen problemas en el mundo y que todos conviven en armonía. Siempre he pensado que sería genial vivir en un mundo estrafalario, de esos tantos que existen en las mentes de sus creadores.

Y como todo en esta vida, también hay openings y endings pésimos e infumables, o con canciones que no pegan con la historia ni con superglue, está claro, pero como esta entrada es para animarse no mencionaré ninguno (sino me pegan xD).

Pues bueno, al final no hemos ni descubierto la pólvora ni yo tampoco he resulto mis dudas, pero eso también forma parte del encanto de los misterios, que siempre se quedarán sin resolver, ¿verdad?

Mikus y piruletas para todos!!!!! ^^

P.D. Mis galletas caseras han sido todo un éxito!!! *___________* así que para navidades a meterse de nuevo en la cocina!!! Yupiiii!!! xD